- benedictinas
- 17/12/2023
- 10:26
El hombre hoy se cuestiona,
el necio como el sensato:
¿A qué estoy abocado?
¿Por qué sufrimos tanto
si felicidad anhelamos?
¿Por qué tanta frustración?
¿Por qué la muerte
y el vivir está truncado?
Estas preguntas tan hondas
¿qué nos están mostrando?
Que el hombre busca el sentido.
Y, en su buscar,
a Dios está apuntando.
Dios no se calla:
ha nacido en un establo.
Así nos da su respuesta;
y no, por cierto, hablando.
Nos lo ha dicho viviendo
la experiencia de lo humano.
¿Por qué el dolor, la pobreza,
sufrimiento y desamparo?
No lo explica con palabras.
Él ha sido desechado
y nacido en un establo.
No se basa en teorías.
Vive nuestra existencia.
Es Dios-hombre solidario.
Nuestra aventura es la suya.
Siempre está a nuestro lado.
Esto lo cambia todo.
Dios ha entrado en nuestra vida.
Ya no somos solitarios.
Pero, ¡ojo!
Aunque nacido en Belén,
es preciso
que conozca mi regazo.
Poco a poco, día a día,
míos serán sus pasos.
Su huella será mi guía.
Y el sentido de la vida,
eso que iba buscando,
por fin, lo habré hallado.
Y no acaba todo aquí.
Si nuestro vivir diario
insulso y apagado
acoge la ternura
de este Dios encarnado,
brotará la alegría.
Nuestro ser pequeño y débil
tornará sólido a su lado.
Gracias, Jesús; tu venida
da plenitud a la vida
y sentido al vivir.
Nada ni nadie
nos podrá separar de tu lado.
(Sor Rosa)