EXALTACIÓN DE LA CRUZ DE JESÚS

Jesús comienza un interesante diálogo con Nicodemo, pero éste está tan condicionado por su pasado, por sus ideas, sus experiencias, su educación, que no es capaz de entender a Jesús ni la novedad que aporta.

Además, Jesús habla de las cosas del cielo y ningún hombre puede hacerlo porque implica haber estado allí. Sólo Jesús mismo está cualificado.

A nosotros no nos debe sorprender que en nuestra vida y en otras manifestaciones de Dios, no las comprendamos y debamos entregarnos a un misterio que nos sobrepasa sabiendo que todo está salvado y reconciliado por la cruz de Jesús.

La cruz es sinónimo de vida y esperanza porque a través de ella nos llega la vida de Jesús entregada por nosotros y para nosotros.

El amor de Dios hacia nosotros ha quedado manifestado en la entrega de su Hijo; es el amor más grande posible, la expresión más extraordinaria que jamás podamos imaginar.

(Sor Ernestina)