- benedictinas
- 29/04/2023
- 10:20
Cuando tenemos muchas cosas que hacer o muchas normas que cumplir, como generalmente no llegamos a todo, nos sentimos agobiados, culpables y descontentos. A los judíos les pasaba lo mismo: estaban abrumados por el cumplimiento del gran número de leyes de la tradición mosaica.
Jesús nos hace hoy una invitación a todos para aligerar nuestra carga, la relación con él: «Venid a mí». Romper con todo aquello que nos aleje de él es ir a él con la máxima cercanía e intimidad y, así, encontraremos nuestro descanso.
Pero surge un problema: el Señor no dice que nos dejará sin yugo, sin trabajo; sino que carguemos con su yugo y aprendamos de él. El verbo usado para aprender significa apropiarse de algo por uno mismo, no por instrucción, sino por experiencia y práctica. Un aprendizaje por cambio de vida. Así que la clave del descanso es aprender la mansedumbre de Jesús. Y dejar las coronas de laureles, los títulos honoríficos, el «yo tengo la razón»… No se prohíben las risas, ni los abrazos fraternos, ni la capacidad para reconocer los fallos, ni el entusiasmo de los sueños para el futuro.
la dificultad está en que esto está escondido para los miedosos y negativos que en todo ven dificultad… Queda abierto a los que son como niños, con esa audacia y confianza que da el Espíritu Santo.
(E.A.)
Marisa
Seamos como niños confiados y audaces.